El contraste entre los distinguidos monumentos de corte neoclásico de Washington D. C. y la caprichosa nube de color rosa que producen los cerezos en flor es una visita ciertamente digna de ver. Así que, si está planeando ir a Washington D. C. durante la primavera, tendrá la oportunidad de conocer de primera mano el espectáculo de los cerezos en flor. Aunque es matemáticamente difícil acertar las "fechas de eclosión", si su visita tiene lugar entre finales de marzo y mediados de abril, estará en muy buena posición para poder asistir a la experiencia de los cerezos en flor de Washington D. C. ¿Y cuál es la mejor forma de vivir esa experiencia? Pues subiéndose a uno de los autobuses de Big Bus Tours. Nuestros autobuses descapotables le llevarán al corazón de esta fiesta floral y allí podrá disfrutar de vistas elevadas que no son posibles si visitara el mismo lugar a pie.
Nuestros guías en directo le relatarán todos los datos e historias que necesita saber sobre el Festival de los Cerezos en Flor. Pero, con ánimo de ir abriendo boca para su próxima visita, esta es una selección de nuestros favoritos:
1. Con los cuidados y la dedicación necesaria, los cerezos pueden llegar a medir 23 metros de altura. La media de altura de estos árboles es de unos 8 metros.
2. En 1909, Jokichi Takamine, el químico japonés que descubrió la adrenalina, estaba de visita en los Estados Unidos. Él fue quien sugirió a la primera dama de entonces, la Sra. Helen Taft, que Washington D. C. podría recibir un regalo de árboles enviados desde Tokio como símbolo de amistad.
3. Los primeros dos árboles plantados en la orilla septentrional de la Cuenca Tidal en el mes de marzo de 1912, todavía siguen allí. Es posible admirarlos al final de la 17th Street Southwest, ya donde hacen gala de una amplia placa conmemorativa.
4. Está prohibido por ley coger los capullos de los cerezos en Washington D. C., y aunque no haya barreras ni espacios acotados, ni tampoco serios guardias de seguridad, para quienes tengan la idea de hacerse un ramillete con las flores, que no se extrañen si acaban con una multa.
5. Los primeros cerezos que recibió la ciudad de Washington D. C. fueron un regalo del alcalde Yukio Ozaki de Tokio en 1910. La arboleda inicial de 3000 cerezos no llegó a arraigar bien debido a una plaga y tuvieron que ser quemados, pero se plantaron nuevos ejemplares en 1912, y una docena de ellos, situados cerca del monumento en memoria de Martin Luther King Jr., siguen hoy en pie y floreciendo. SI lo medimos en años humanos, hoy llegan a los 160 años de edad.
6. Algunos de los cerezos de la ciudad se cortaron en extrañas circunstancias tras la invasión japonesa de Pearl Harbor. Durante algún tiempo después de dicho incidente, estos árboles de origen japonés fueron denominados "orientales" por parte de funcionarios del Estado en aras de minimizar la aversión presente popularmente.
7. Hay más de 3700 cerezos repartidos por la Explanada Nacional, y más de 18.000 ejemplares en propiedades del Servicio de Parques Nacionales dentro de Washington D. C.
8. Hay un amplio abanico de variedades entre los cerezos de Washington D. C. La variedad Yoshino, conocida por sus flores blancas únicas, conforma el 70% del total de los ejemplares, mientras que la variedad Kwanzan, que produce brotes de capullos rosas dobles dos semanas después de la eclosión del Yoshino, suma el 12,6 % del total de los cerezos.
9. Los clones de los primeros árboles se propagaron en la década de 1970 y algunos de ellos se enviaron de vuelta a Japón, donde arraigaron sin problema. Estos cerezos clonados conmemoran por un lado, y de forma recíproca, el regalo hecho por el alcalde Yukio Ozaki en 1910, y por otro preservan la estirpe originaria de dichos ejemplares.